Una barrera que se impone sola, que nadie la llama pero siempre viene igual
Qué pensás de mi, termina siendo lo de menos cuando me miro al espejo y me encuentro perdida entre todas estas caras desconocidas que ven fuego y piden valor.
El tiempo se para y puedo observar desde afuera que este no es mi lugar (pero cómo me gustaría que lo sea!).
Revuelo de palabras.-
domingo, 13 de julio de 2008
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