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Sofocante noche, pero no era verano. Nuestro veneno se expandió por todos lados y el calor nos contagió. Mentes bailando, colgando de una soga, eligiendo con cautela los recuerdos que van quedar.
Puedo sentir que la sangre va corriendo por tus venas de otra manera. Extraña sensación; estoy a tu lado y quiero que no se acabe.
El tiempo pasa (o tal vez no) y por fin sucede. Acaba el juego que parecía no tener fin y nos conduce a lo inevitable. Abarcamos el ambiente de emociones. Nos encontramos abrazados a una falsa esperanza, a una ilusión que engaña y miente.
Y a mi me confunde.